Maya Hayward se sentía como pez fuera del agua en presencia de su nuevo jefe. El seductor Blaise Walker era encantador y rebosaba confianza en sí mismo, y ella hacía lo posible por evitar que no notara su rubor cada vez que se le aproximaba.
Blaise pronto se sintió intrigado por lo que había bajo la imagen serena, a la vez que seductora, de Maya… y decidió ofrecerle lo que él consideraba un ascenso: de secretaria pasaría a ser la amante del jefe. Pero… ¿aceptaría Maya la oferta?