En su obra "La mujer del porvenir", escrita en 1869, Concepción Arenal trata punto por punto la inferioridad en la que vive la mujer, analiza la marginalidad que sufre, y aporta medidas y soluciones para acabar con dicha situación, mejorando por ejemplo su educación.
Tratado que, por una parte, nos ayuda a entender la situación de la mujer hace más de un siglo, por otra nos da herramientas para analizar con detalle las mejoras conseguidas en los últimos tiempos y permite establecer futuras reivindicaciones.
Al final de su vida Concepción Arenal escribe este tratado donde defiende los beneficios que tendrá para la sociedad activar y mejorar la educación que recibe la mujer, en esos momentos tan distinta a la del hombre. Como consecuencia de una mejora en el sistema educativo, Arenal defiende un lugar en el mercado laboral para la mujeres:
Concepción Arenal dedicó parte de su vida a la reivindicación de situaciones marginales, como por ejemplo el papel que tenía la mujer en la sociedad del siglo XIX.