El príncipe
Om bogen
Las personas que intentan obtener el beneplácito de algún soberano, a menudo le ofrecen algo de gran importancia para ellos mismos, o algo que saben es de su particular agrado. Es por esto que los gobernantes siempre están recibiendo caballos, armas, brocados de oro, joyas y todo tipo de ropas elegantes que los donatarios consideran apropiados. Con la esperanza de traer ante vuestra Majestad una muestra de mi lealtad, me doy cuenta de que no hay nada más valioso o importante para mí que mis conocimientos sobre hombres prominentes y sus obras, conocimientos que he adquirido a través de una basta experiencia en asuntos contemporáneos, sumado al estudio constante de la historia antigua. Habiendo pensado mucho sobre todo lo que he aprendido, y habiéndolo analizado con sumo cuidado, lo he consignado todo en un breve libro que ahora envío a Vuestra Majestad.