En este ensayo, Emerson expone los fundamentos del trascendentalismo, un sistema de creencias que propugna una apreciación no tradicional de la naturaleza. El trascendentalismo sugiere que lo divino, o Dios, impregna la naturaleza, y sugiere que la realidad puede entenderse estudiando la naturaleza.
En el ensayo, Emerson divide la naturaleza en cuatro usos: mercancía, belleza, lenguaje y disciplina. Estas distinciones definen las formas en que los humanos utilizan la naturaleza para sus necesidades básicas, su deseo de deleite, su comunicación con los demás y su comprensión del mundo.