Había descubierto dentro de sí misma una fuerza de espíritu que le iba a permitir luchar por lo que realmente deseaba...
Después de que la abandonaran en el altar, Talia Dobson sufrió una nueva humillación: ¡tener que casarse con un sustituto! El hermano mayor de su prometido huido había decidido afrontar las consecuencias de la irresponsabilidad de su hermano. Talia siempre había sentido una secreta atracción hacia Gabriel Richardson, el guapísimo conde de Ashcombe. Pero después de la boda y de una sola noche de pasión, él la mandó al campo sin sospechar que ese único encuentro había despertado dentro de ella un fuego intenso y completamente nuevo.
Por muy lejos que estuviese su bella esposa, Gabriel no podía dejar de pensar en ella y, cuando se enteró de que la habían secuestrado unos espías franceses, el conde tuvo miedo de perder para siempre lo que apenas acababa de descubrir. Pero la mujer a la que iba a intentar salvar ya no se parecía en nada a la joven tímida que había enviado a su solitaria casa de campo. La nueva Talia estaba dispuesta a reclamarle a su marido lo que merecía y deseaba.