Aquél no era el matrimonio tranquilo y sensato que ambos habían planeado...
Quizá algunos pensaran que Angie Dellazola y Brett Bravo se habían casado muy deprisa, pero lo cierto era que se conocían de toda la vida. Además, ambos eran los únicos miembros cuerdos de sus respectivas familias, ¿qué mejor manera de seguir siéndolo que casarse?
La base de su unión sería el respeto y los intereses comunes... nada de la pasión arrolladora y el amor ciego que parecía volver loco a todo el mundo. Pero entonces, sólo una semana después de la boda, Angie y Brett se dieron cuenta de algo increíble, estaban locamente enamorados el uno del otro...