En la historia de la delincuencia un nombre destaca sobre los demás: el de Pablo Escobar.
Pablo Emilio Escobar Gaviria, nieto del también traficante Roberto Gaviria Cobaleda, nació y creció en una familia colombiana humilde, pero abandonó pronto los estudios para dedicarse al contrabando, el tráfico de drogas, la extorsión, la corrupción política y el asesinato, entre otros muchos delitos.
Fundó el cartel de Medellín, con el que controlaba casi la totalidad de la producción de cocaína del mundo y con el que declaró la guerra al Estado de su país.
Tras meses de búsqueda y muchos esfuerzos, el Bloque de Búsqueda acabó con el afamado traficante el 2 de diciembre de 1993, cuando este contaba con 44 años.