Se nos ha dicho que vivimos en el Antropoceno, una era geológica moldeada por los seres humanos más que por la naturaleza. En
Vivificar, el filósofo alemán Andreas Weber presenta una visión alternativa de nuestra relación con la naturaleza, argumentando –contra la idea de que los humanos controlan la naturaleza– que los humanos y la naturaleza existen en un fondo común de transformación mutua. Sostiene que no existe un dualismo naturaleza/humano, porque la dimensión fundamental de la existencia se comparte en lo que él llama la «vivacidad». Así, la poética que plantea Weber consiste en ver a todos los seres en un hogar común de materia, deseo e imaginación, una economía de transformación metabólica y económica. Esta visión nos permite ir más allá del pensamiento ilustrado que despoja a la realidad material de toda subjetividad.