Hay quien ha llamado a la corriente del Golfo "la autopista del mar": una masa de agua visiblemente diferente, más caliente y más rápida que el océano que la circunda, con una trayectoria y una circulación propias, capaz de alterar el clima de las costas que toca, de desviar los barcos y de calentar la cerveza de sus bodegas. Este inmenso organismo vivo da pie a un libro que se puede leer como una historia oceanográfica, pero también como una crónica de viaje para aficionados a la pesca, una historia alternativa de los viajes transoceánicos (con especial atención a los de Colón y sus seguidores), y hasta un nuevo relato de piratas y aventureros de la mar. Un recorrido del pasado al presente, del Caribe al polo Norte, y desde el plancton microscópico al atún gigante: todo un festín para el lector.