En La nariz, Gógol narra la historia surrealista de un funcionario que pierde su nariz, la cual adquiere vida propia y empieza a ocupar un rango social superior. A medida que intenta recuperarla, se obsesiona con cómo su apariencia y estatus afectan su vida.
La historia destaca los peligros de identificar nuestra valía personal con la apariencia física o el estatus social. La angustia del funcionario refleja la ansiedad que surge cuando dejamos que factores externos definan nuestra autoestima. El mensaje de Gógol sugiere que el verdadero valor personal no depende de las apariencias ni de lo que los demás piensan de nosotros, sino de una autoaceptación profunda y genuina, libre de preocupaciones superficiales.